miércoles, 14 de marzo de 2018

Reflexiones sobre un caso reciente en España: la muerte violenta de un niño a manos presuntamente de su madrastra

Será la primera vez que lo haga, pero tengo que decirlo, después de ver cómo, las televisiones se están aprovechando de la muerte violenta de un niño, copan horas y horas hablando de lo mismo, cómo era la presunta asesina, su hija, cómo era el niño, testimonio de los padres, el entierro..y vuelta otra vez a relatar cómo le mató, algo que no nos debiera interesar.....solo he encontrado el testimonio cuerdo de una persona, un torero, reconvertido a contertulio. Qué horror, yo defendiendo a un torero, qué va a pasar con estos padres que encuentran la fortaleza en el apoyo social, cuando su caso deje de interesar a la prensa...cuando estén solos en su casa, y se den cuenta real de su pérdida...quién va a estar allí con ellos, cuándo ya no sean noticia....Ni la posible cadena perpetua, les va a consolar en su pérdida, las víctimas necesitan también una ayuda terapéutica, restaurativa, sanadora....Por eso, más allá de penas más duras, cuándo vamos a pensar en las víctimas, y vamos a dejar de utilizarlas como foco para generar audiencia o como foco para conseguir votos o como foco para conseguir una condena, no son un cebo, son personas que sufren y no solo hablo de esos padres, sino de la hija de la presunta asesina, de su familia, del entorno, de ese pueblo......

Flaco favor les hacemos con estos programas, una cosa es información y otra morbo por el morbo. No es populismo lo que digo, es una realidad, tenemos una ley, el Estatuto de la víctima, sin presupuesto, solo este dato, nos indica lo poco que interesa las víctimas y lo mucho que interesa otros temas, que no ayudan nada a los que realmente han sufrido el delito. 

Pensar que penas más duras es la única solución, solo nos alivia a los demás, porque pensamos que así es menos probable, que nos convirtamos en futuras potenciales víctimas, pero para las víctimas directas esto no es suficiente. La seguridad de la sociedad es importante pero también la ayuda a las víctimas, una ayuda que sea real, no la que nosotros pensamos que necesitan.

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