martes, 8 de agosto de 2017

Primeras reflexiones sobre el Summer School del Foro Europeo de Justicia Restaurativa.

Hace una semana que regresé del Curso de Verano del Foro Europeo de Justicia Restaurativa, un curso que se hace cada dos años y que me sirve para reciclarme y renovar conocimientos. Este año, se celebró en Italia y reconozco que el tema me resulta apasionante, Justicia Restaurativa en delitos graves, porque refleja que la Justicia Restaurativa es mucho más que lo que habitualmente piensan los políticos, al menos en España, es más que un método alternativo. Lo cierto es que sé que la Justicia Restaurativa ayuda a las personas, y no entiende de gravedad de delitos sino de curación y sanación, por eso durante años, me he preparado para poder intervenir en toda clase de delitos no solo los más leves. Sin embargo, reconozco que me sentí un poco decepcionada y a la vez, inspirada por mi #revolucionrestaurativa particular para seguir luchando para que en España, la Justicia Restaurativa sea un realidad para todas las víctimas con independencia del delito. ¿Decepcionada? Porque pude ver en primera persona, que en lugares como Inglaterra o Bélgica, ya han comprendido, que la Justicia Restaurativa es un derecho para todas las víctimas con independencia del delito, realizan procesos restaurativos en toda clase de ofensas. De hecho, pudimos profundizar en cómo gestionar procesos restaurativos en delitos graves como homicidio y abusos sexuales. Curiosamente lo que para ellos es algo normal, no entiendo muy bien por qué, en países como España, esto resulta del todo impensable, ¿por qué?. Creo que es porque asocian procesos restaurativos a mediación y a medidas alternativas, piensan que por el hecho de participar, el infractor va a evitar la prisión y no se imaginan un agresor sexual, que no entre en prisión por participar en un proceso restaurativo. Y ese es el problema, que no se plantean la posibilidad de un proceso restaurativo estando el infractor en prisión, y esto es lo que ya se hace en lugares como Estados Unidos, Inglaterra o Bélgica. 

No me sirve que digan que tienen otra mentalidad, ya que todos somos seres humanos, formamos parte del planeta y todos sabemos de la importancia que puede tener la Justicia Restaurativa para algunas víctimas, algunos infractores y para familiares de ambos. No estoy hablando de obligar a todas las víctimas, pero si de darlas la oportunidad, al igual que a los infractores, de conocer la Justicia Restaurativa y concederlos el tiempo necesario (nada de plazos tasados, puede ser un mes, un año, dos....) para decidir si quieren que la Justicia Restaurativa las ayude. Es tan sencillo como esto, pero a la vez, parece que en países como España resulta complicado, seguimos teniendo una mente muy cuadriculada en la que pensamos mediación, muy bien para delitos leves, para agilizar el juzgado, y en cambio, nos creemos con la razón absoluta y el poder de decidir por los verdaderos afectados por el delito, (víctima e infractor) lo conveniente. Dejemos decidir a las víctimas lo que necesitan, pero para eso, dejemos de querer burocratizar la Justicia Restaurativa, dejemos de querer convertirla en más de lo mismo, porque para eso está el sistema penal tradicional. 

Cada vez que recibo las estadísticas del CGPJ y veo los tiempos para la mediación penal, me pongo malisima, ¿tiempo? dependerá de cada persona, para algunas puede ser fácil decidir para otras no tanto, y lo más complicado es que la preparación individual de las partes ante una posible reunión conjunta, debe ser lo más completa posible, y en ciertos delitos más complicados, no se puede hacer a la ligera, se necesita tiempo, no es descabellado pensar en años, pero claro esto no conjuga mucho con la mentalidad de muchos jueces, que aunque se autodenominan promediación y a ratos projusticia restaurativa, siguen pensando en plazos, protocolos rígidos etc...porque a pesar de todo, siguen pensando como jueces o como operadores jurídicos.
Aunque he visto reforzado mis conocimientos sobre lo que se puede hacer y todavía no se hace en España, reconozco que por otro lado, he visto corroborada  mi idea, que hay que seguir luchando por la #revolucionrestaurativa. ¿Por qué revolución restaurativa? Pues son motivos constructivos y positivos, estoy cansada de escuchar a políticos y operadores jurídicos decir que es el futuro, que funciona y luego, solo lo ven viable para delitos leves, no apoyan como deben los Servicios de Justicia Restaurativa y eso a pesar de existir una ley, se dedican a firmar convenios de promoción de mediación y según ellos de Justicia Restaurativa, que se quedan en eso meras declaraciones de buenos principios.

 Estamos cansados de ver cómo están perjudicando una institución que funciona realmente bien, no la apoyan y eso que al menos en el caso de Burgos, somos su responsabilidad y para colmo están tan mal informados que siguen pensando que Justicia Restaurativa es un mecanismo alternativo. Por eso, en concreto yo, me he puesto en modo revolucionario, no más mañana,  la Justicia Restaurativa debe apoyarse ya y para eso es necesario que se dejen asesorar de los que nos dedicamos a ello y no de los operadores jurídicos porque entonces lo que tendremos es una Justicia tradicional, disfrazada de restaurativa, pero que en el fondo es más de lo mismo.
Además de aprender mucho, reforzar lo que ya sabía, esta es la primera enseñanza que saqué de este 5 Curso de Verano del Foro Europeo de Justicia Restaurativa. Dejo para otro día, más reflexiones sobre estos días intensos pero a la vez reconfortantes.

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