jueves, 23 de enero de 2014

La mediación penal no tienen como objetivo prioritario agilizar los juzgados

Respecto de la mediación otra vez se ha vuelto a oír que "el objetivo es acabar con la cantidad de litigios en los juzgados gracias al diálogo y el acuerdo entre las partes".

Por supuesto que ha nadie escapa que la mediación supone una alternativa al litigio, a largos y dolorosos juicios que poco ayudan a solucionar el conflicto, estoy hablando de mediación en el ámbito civil, mercantil familiar y cualquier otro, incluida la mediación vecinal. También es cierto que se puede iniciar dentro del proceso y si se llega a un acuerdo suspender el juicio. Esto sin duda, agilizará los juzgados, sin embargo, me parece muy triste reducir los beneficios de la mediación a la posibilidad de sacar de los juzgados muchos casos, esto es olvidar que las personas tienen conflictos y la mediación intenta mejorar la atención a las personas que tienen problemas.

Dicho esto, una vez más debo recordar que si hablamos de mediación penal en delitos más graves, el tema es bien diferente, hablamos de una víctima que ha sufrido un delito y no tenia por qué y de un delincuente que lo ha causado, en este caso el acuerdo no será lo esencial sino el dialogo sanador que pueda transformar el trauma que ha sufrido la víctima en algo positivo que la haga recuperarse del delito y que genere en el infractor este punto de inflexión y de responsabilización que le haga querer cambiar y no volver a delinquir.

Queda claro que la mediación penal no comienza con dos personas en condición de igualdad y la víctima no tiene por qué conformarse con menos o ceder, los que intentan meter en un mismo saco, cualquier clase de mediación se olvidan de las características especiales de la mediación víctima-infractor. En estos casos la mediación penal, más que una alternativa o una solución extrajudicial, es un complemento al sistema de justicia penal que potencia el aspecto sanador y transformador para con la víctima y con la forma de abordar del delito y el impacto que ha tenido en víctimas directas y las indirectas: la comunidad. 

Por eso una vez más, hay que saber ver las diferencias para no confundir a víctimas y a la población en general, la mediación penal es diferente y sus objetivos también, y en ningún caso la prioridad es agilizar los juzgados, sino ayudar a personas que sufren.

1 comentario:

  1. De acuerdo que será muy difícil, por la complejidad del control social y sus diversas variables que afectan a la criminalidad. Pero una cosa está clara, es un dato objetivo, la Justicia Penal tal cual está ahora, ha fracasado estrepitosamente. Está basada únicamente en la persecución del delincuente y en el castigo, no existiendo políticas verdaderas de atención a la víctima ni de prevención del delito, que no sean las típicas de Prevención General que nos dan nuestros gobernantes. Pero lo que está claro es que criminalizando conductas no se mejora ninguna sociedad. Al contrario, cuanta más gente se mete en la cárcel más gastos para el erario público. Mantener el sistema carcelario actual nos cuesta, de los impuestos, 25.000 euros anuales por preso. No es ninguna broma.

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