martes, 2 de julio de 2013

El delito es algo más que una violación de la norma

Con el paso de los años me he dado cuenta que el delito es algo más de lo que a simple vista pueda parecer, y me voy a explicar, cuando uno es ajeno a lo que rodea el mundo judicial  y ve en su televisión que se ha cometido un crimen, solo se piensa en que hay una víctima que es la que ha sufrido un delito y un delincuente que lo ha causado, lo humano es demonizar de forma automática al infractor, imaginarlo casi como un demonio a la antigua usanza, con cuernos y rabo, esto nos alivia porque así pensamos que no hay ningún ser humano que por sí solo, pueda cometer un delito, esto ocurre con más frecuencia lógicamente en delitos más graves. Por supuesto que pensamos en que hay una víctima que ha sufrido pero más allá de esto, no solemos reflexionar.
Sin embargo, los que vemos cada día lo que conlleva el delito, nos damos cuenta de que hay mucho más, generalmente detrás del crimen, existen unos familiares de la víctima y del infractor que de una u otra manera pueden ser o sentirse víctimas del delito, pero también del sistema o de la sociedad, ¿cómo? o ¿por qué?  Los allegados del infractor pueden sentir vergüenza y el estigma de ser señalados como familia de alguien que ha cometido un crimen o  en el caso de el entorno de la víctima, pueden mostrarse recelosos y temerosos hacia los demás miembros de la sociedad, porque en todos ven un potencial delincuente.
 
Esto demuestra que el delito no solo viola una norma establecida en las leyes y causa un daño a unas víctimas, también supone una ruptura del equilibrio y la cohesión social. Como dice Howard Zehr, todos estamos interconectados, nuestra vida afecta a los demás y también nos afecta lo que hacen otras personas, por eso  el delito  supone una ruptura de la convivencia y todos podemos y debemos participar para  restaurar la confianza en los demás y la cohesión social. La Justicia Restaurativa ofrece una fórmula eficaz para que los ciudadanos en general y las víctimas en particular, puedan decidir cómo el infractor va a reparar el daño, puedan ver en primera persona si este delincuente se reponsabiliza del daño y si quiere cambiar. El delito afecta por lo tanto a la comunidad, y es necesario que de una u otra manera ésta pueda tener participación en esta justicia para lograr una sanación de todos los que se han visto afectados por el delito. La Justicia tradicional es gestionada de forma exclusiva por profesionales, lo cual es importante porque hacen su trabajo pero es fría y poco adaptada a lo que realmente quieren o necesitan las víctimas directas e indirectas, solamente toma en consideración lo que el Estado dice que se debe hacer para castigar la vulneración de la norma. No son tan diferentes ambas formas de ver la Justicia,  simplemente se trata de dar prioridad a las víctimas y a la comunidad, y después solo después nos centraremos en qué norma se ha violado y cual es el castigo merecido, y si voluntariamente ha reparado o quiere repararlo, se valorará de forma positiva para su futura reinserción, o disminución de la pena, si el delito fuera menos grave.
 

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